Con dolor en el corazón, compartimos que David William Underwood, amado esposo, padre, hijo, hermano, maestro, amigo y luz en este mundo, murió repentinamente el sábado 21 de junio de 2025 en un trágico accidente mientras estaba de vacaciones con su familia. Tenía 51 años.

Dave estaba haciendo lo que más le gustaba: crear recuerdos con las personas a las que apreciaba. Conocerle era conocer a alguien que se entregaba plenamente a su familia, a sus alumnos, a su comunidad y a su vocación de hacer un mundo más compasivo y alegre.

Nacido en Illinois el 25 de octubre de 1973, hijo de Wendell y Ruth Underwood, Dave se graduó en el instituto Zion-Benton en 1991. Obtuvo su licenciatura en Educación en el Carthage College (Summa Cum Laude) y su Máster en Liderazgo Administrativo por la Universidad de Wisconsin-Milwaukee. Vertió sus dones en una vida de propósito como querido profesor en la Academia Harborside en Kenosha, Wisconsin. Fue profesor de estudios sociales de 7º curso y mentor de innumerables estudiantes con una paciencia, una pasión y un humor sin límites. Dave recibió múltiples premios a lo largo de su carrera, el más reciente el Premio Klingenstein 2023 de EL Education, en reconocimiento a su destacado compromiso con el aprendizaje transformador.

Dave creía que cada alumno debía sentirse visto. Su aula era un lugar de creatividad, inclusión y conexión profunda. No tenía miedo de mantener conversaciones difíciles -sobre raza, pobreza o justicia- y daba ejemplo de cómo afrontar esas conversaciones con gracia, valentía y empatía. Desde la organización de colectas de alimentos hasta la recaudación de fondos para el Grace Welcome Center, y siempre animando a otros a unirse al trabajo de sanación de la comunidad, era un verdadero constructor de puentes. Dave siempre aspiraba a algo más grande.

Vivía su fe con una audacia tranquila y firme. Miembro actual de la Iglesia Luterana Grace, Dave amaba a Dios amando a la gente. Cantaba y tocaba canciones de justicia fuera de los mítines políticos. Ayudó a transformar el santuario para crear un espacio en el que los niños y las familias pudieran sentirse bienvenidos e incluidos. Se presentó, no con ego, sino con corazón.

El 21 de junio de 1997, Dave se casó con el amor de su vida, Senja Riutta. Durante 28 años, construyeron una vida basada en la fe, el amor, la gracia y una profunda comprensión. Él fue su compañero de equipo, su presencia fundamental y su lugar seguro. Juntos criaron a tres hijos hermosos y asombrosos: Gracie, Samuel y Augustus ("Gus"), cada uno de ellos reflejo del amor feroz y la fuerza amable de Dave.

Tenía una relación hermosa y única con cada uno de sus hijos. Tocaba música con Samuel y estaba encantado de haber convertido su garaje en un espacio para improvisar. Era la brújula espiritual y emocional de Gracie, el que bailaba con ella en los bailes de padres e hijas y hablaba con ella de las grandes y difíciles cuestiones de la vida. Y para Gus, que vive con autismo y ansiedad, Dave era su roca diaria. Todas las mañanas del curso pasado, iban juntos al colegio escuchando la comedia de Brian Regan. Dave hacía que Gus se riera y se sintiera seguro. Durante el almuerzo, Gus comía en la clase de su padre. Dave le rellenaba la botella de agua, le acompañaba a clase, rezaba por él y cargaba con el peso de ser a la vez profesor y puerto seguro. Y lo hacía todos los días con compasión y alegría.

Dave llegó a lo grande, incluso en lo más personal. Había planeado un verano de conciertos, pesca y salidas con los chicos. Dave, Senja, Samuel y Gus vieron en directo a Brian Regan, un cómico cuyas rutinas se habían convertido en un placer compartido entre él y Gus durante sus paseos matutinos. Dave se puso en contacto con el equipo de Brian Regan para compartir su historia. El día del concierto, Dave recibió un mensaje en el local: Brian Regan quería conocerles. Esa noche compartieron un momento inolvidable, un ejemplo más de cómo Dave convirtió esperanzas ordinarias en recuerdos extraordinarios.

Dave era un hombre de ritmo y alma. Aprendió a tocar la guitarra, empezó a tocar la batería hace un par de años y nada le gustaba más que cantar y tocar música junto a sus hijos los domingos por la mañana. Escribía canciones que entrelazaban su amor por la justicia, la esperanza y la belleza de la vida. Sus canciones "Arco iris en mi ventana". inspirada en los primeros días de la pandemia, se convirtió en un símbolo de luz en tiempos oscuros. Acababa de volver a grabarla antes de su viaje, finalmente satisfecho de que sonara bien. Le había dicho a Senja: "Cuando volvamos, quiero volver a pintar los arco iris y los corazones en nuestras ventanas. El mundo necesita esperanza".

También era un hombre en recuperación, profundamente agradecido por su sobriedad. A menudo decía que la vida era mucho mejor sobria y lo vivía con sinceridad, intencionadamente y con profunda gratitud.

Dave será profundamente extrañado por su esposa Senja; sus hijos, Gracie, Samuel y Augustus; sus padres, Wendell y Ruth Underwood; sus hermanos, Brian (Sharon) Underwood, Tracey (Larry) Berken y Sara (Steven) Schuth; sus suegros, David y Janice Riutta; sus cuñados, Matthew (Amy) Riutta y Marc (Ravin) Riutta; sus sobrinos y sobrinas, Amanda (Ryan) Deck, Abby (Josh Graham) Klabunde, Cameron Underwood, McKenzie Underwood, Matthew, Morgan, Miranda Schuth, Olivia y Jack Riutta; su sobrino nieto, Johnny Morehouse y su sobrina nieta, Arabella Morehouse; y sus queridos Cody Bear, su perro y mejor amigo, y Frankie, el perro de la familia.

Se reúne en paz con sus abuelos, Harry y Corabell Morgan, Otis y Dolores Underwood, Wesley y Ruth Riutta, Roseann Biesack, su mejor amigo, Chris Gómez, y sus dulces perros, Macky Boy y Babs Girl.

Dave deja tras de sí una comunidad de estudiantes, colegas, vecinos y amigos que han cambiado para siempre porque él vivió entre nosotros. Nos enseñó a amar más, a reír más y a dar más. Hizo que la gente se sintiera vista. Se esforzaba al máximo y hacía las cosas siempre con una sonrisa, una broma y un corazón abierto.

No hay palabras que puedan llenar el vacío o arreglar el dolor de su ausencia, PERO podemos honrar a Dave viviendo como él vivió: ama bien a tu prójimo. Baila con todo tu corazón. Haz memoria. Defiende lo que es justo. Ríete a menudo. Y mantén tu corazón abierto.

La vida de Dave fue un testimonio de lo que significa amar como Jesús: plena, radical y sin exclusiones. Ese es el legado que deja tras de sí; en sus hijos, en sus alumnos y en todos los que tuvieron la suerte de conocerle.

En palabras de su hija Gracie:

"Fuiste mi primer ejemplo de lo que significaba amar como Jesús. No te limitaste a reivindicar una fe cristiana, sino que luchaste con ella, la derribaste y la reconstruiste conmigo. Me enseñaste que seguir a Cristo significaba amar a la gente de forma plena, radical, incondicional... Estabas orgulloso de mí, lo sé. Pero papá, espero que sepas lo orgulloso que estoy yo de ti... Llevo conmigo tus palabras, tu sabiduría y tu alegría. Seguiré cantando. Seguiré buscando justicia. Seguiré amando a lo grande y sin miedo, porque eso es lo que me enseñaste a hacer".

Llevémoslo adelante.

Todos son bienvenidos. En consonancia con la naturaleza de espíritu libre de Dave, se anima a los asistentes a vestir como deseen. Como él siempre decía: "¡Lo que te haga sentir cómodo!".

El servicio podrá seguirse en directo a través del siguiente enlace https://bit.ly/davidunderwood.

En lugar de flores, recuerdos conmemorativos a Walkin' In My Shoes, 2211 50th Street, Kenosha, WI 53140-3162, https://walkininmyshoes.org/donate sería apreciado por la familia.