Hola, soy Millie. Soy el miembro más reciente del equipo de la Funeraria Piasecki y soy un perro de terapia en entrenamiento. Como se puede imaginar, un perro de terapia es mucho más que una "mascota residente". Convertirme en un perro de terapia cariñoso y atento significa que tengo que recibir mucho entrenamiento y aprender a mantener la calma en todo tipo de situaciones diferentes. Afortunadamente, les caigo muy bien a todos los de la funeraria, y ellos me caen muy bien a mí. Todos estamos encantados de que pueda conocer y consolar a las familias.

Estas son algunas de las cosas que tengo que aprender antes de convertirme en un perro de terapia certificado:

1. Tengo que acostumbrarme a que me toquen y a veces me abracen personas que no conozco. Tengo que mantener la calma y aprender a amar el afecto.

2. Ser abordado por extraños - Tengo que aprender que, para un perro de terapia, realmente no hay tal cosa como un "extraño", y tengo que dar la bienvenida a los huéspedes de la misma manera que el resto del equipo de Piasecki Funeral Home da la bienvenida a los huéspedes ... con amor y amabilidad.

3. Estar cerca de andadores y sillas de ruedas - A veces los huéspedes vienen a la funeraria Piasecki y necesitan equipo especial para ayudarles a moverse. No puedo ser distraído por su equipo especial. Mi trabajo es prestar atención a la persona que está utilizando el equipo y no hacer cosas como ladrar a una silla de ruedas o (y esto es DIFÍCIL) ir por esas pelotas de tenis en la parte inferior de los andadores.

4. 4. Centrarse en la comida - Este es otro tema difícil. Cuando las familias eligen comer en el salón familiar, tengo que recordar que la comida es para ellos y NO para mí. No puedo pedir comida, ni tomar la que me ofrezcan, a menos que mi papá diga que está bien.

5. Ruido - A veces nuestra funeraria se llena de visitantes. Con la gente hablando, los niños riendo y jugando, y a veces la música en el fondo, puede ser mucho tomar adentro para alguien con las orejas sensibles. Tengo que acostumbrarme a todos los diferentes tipos de ruido y recordar que debo prestar atención a nuestros invitados.

6. A veces papá dice que está bien darme golosinas... ¡incluso cuando no se lo pido! (No me quejo). Coger suavemente una golosina de la mano de alguien es una habilidad a la que me puedo acostumbrar. Eso es lo que yo llamo adiestramiento divertido.

He empezado con buen pie y ya me han invitado a algunos servicios con familias que saben que aún no soy perfecta, pero que lo estoy intentando con todas mis fuerzas. Estoy deseando conocerlos a todos y, si van a la funeraria, recuerden preguntar por mí... ¡Millie!

Estamos aquí para ayudarle en el proceso de atención al final de la vida.

Ron Nelson es nuestro experto en planificación previa, listo para ayudarle cuando usted lo esté.

Llame a Ron al 262-658-4101 o envíele un correo electrónico a [email protected].